Es una palabra trenzada de curvas.
Dos amantes sobre una cama desnuda, enredados de brazos y piernas, de besos y caricias.
Es una palabra cálida anunada entre dos cuerpos febriles que se buscan mutuamente, ansiosos de las descargas eléctricas que excitan cada milímetro de su piel.
Nada puede estropearla. Nada puede corromperla. Está más allá de lo alcanzable, y así permanece, intacta, para siempre. Eterna.
veranos
Hace 6 años
es una palabra que reposa en los costados de un cuerpo desnudo de mujer, con sonrisa traviesa y mirada felina
ResponderEliminares un abrazo de cuchara entre sábanas de alquiler
es un exceso para el alma
abrazos etc
Que vivan los excesos
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