lunes, 21 de diciembre de 2009

Frío

Es sentirlo todo y nada a la vez.

Nieve en mis bolsillos que me acompaña donde vaya, recordando cada abrazo y cada beso, hasta llegar a mi cama. Allí tu pecho calienta mi espalda, y la nieve se deshace, encharcando las sábanas.

Pero entonces me despierto, y mis pies son dos témpanos, porque nunca has dormido a mi lado, y todo ha sido un sueño. Salgo de la cama, y descalza me acerco a la ventana. Mi cara reflejada en el cristal, mis brazos sosteniendo mis entrañas. Y entonces lo siento. Frío.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Estupefacta

Es una ola en el mar que rompe sobre ti sin esperarla, arrastrando con su espuma el sobresalto provocado.

Muere, tímida y suave, entre las piedras de la orilla, diluyéndose entre recovecos, mientras la siguiente ola acecha al próximo bañista distraído.

viernes, 7 de agosto de 2009

Demencial

Sonrisa de cuarto creciente que señala el firmamento titilar. Con ojos desorbitados que arrancan a los astros de sus senderos habituales, que miran con la suficiencia de conocer algo que los demás ignoran, disfrutando de su privilegio.

lunes, 3 de agosto de 2009

Caracol

Caracol es una palabra redonda que da vueltas sobre sí misma y no para hasta marearse. Es una palabra de lluvia y de sol. Es una palabra de trigo maduro y de hierba verde. De verano y de otoño, de primavera e invierno. Acompaña a las botas de agua cuando salen a pasear, y le gusta vestirse de frío y de calor.Es una palabra para jugar. Decirla una y otra vez, y otra, y otra, y otra…

Pero es también una palabra para llorar. Es una lágrima que resbala por mi mejilla dejando mi cara pegajosa hasta la barbilla.

jueves, 2 de julio de 2009

Barruntar

Es un elefante pensante que arruga el ceño y encoge el bigote cuando las ideas no acuden a su enorme cabezota. Su gigantesco trasero se infla por el esfuerzo hasta alcanzar dimensiones astronómicas. Y se eleva... Flota como un globo ligero lleno de ideas inconsistentes que se alza, lento pero decidido, hasta chocar contra el techo.

viernes, 26 de junio de 2009

Abeto

Se alza puntiagudo apuntando hacia un cielo infinito. Atraviesa un anillo de nube, esponjosa y nívea, y la guarda entre sus alfileres para así evitar pinchar a quienes buscan su compañía.


Es punzante y acogedor a la vez, un paraguas protector que atesora los regalos el día de Navidad.