- ¡Kikiriki! -Canta este gallo de plumas rojas, verdes y azules, despertando por doquier el caos en la granja.
Se enreda en una hebra imposible de espolones y de crestas, más y más enmarañados cada vez que abre su pico para decir:
-¡Kikiriki! ¡Kikiriki! -Y sigue enredando en su ovillo a quien se cruza en su camino...
Pero entonces aparece ella.
La más bella del gallinero.
De plumas suaves y castañas.
Como el chocolate.
Y de mirada intensamente esquiva.
Él se queda mudo.
Y la maraña se deshace.
línea 34
Hace 7 años
intensamente esquiva... me encanta
ResponderEliminarHola: he llegado aquí por la curiosidad alimentada desde esas sugerencias del Facebook, y la verdad es que me ha gustado tu prosa breve, a la cual le dedico también algunas palabras. Un saludo y volveré por aquí.
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